Presentamos la entrevista realizada a Fernando Ariceta, ponente de la formación de “Selfcoahing y desarrollo directivo”

Breve resumen de esta metodología de desarrollo directivo y del liderazgo

 

El desarrollo del liderazgo directivo es un arte en el que, según Fernando Ariceta acumulamos hábitos automatizados, no necesariamente exitosos que pueden dificultar el crecimiento y el bienestar de las personas y equipos que se lidera.

La transformación y cambio de esos hábitos es lo que busca el SELFCOACHING, cuyo objetivo es realizar un acompañamiento personalizado, propiciando la mejora y desarrollo de los recursos y habilidades personales y gerenciales con que cuentan los ejecutivos y ejecutivas de una organización, para sostener su gestión productiva y exitosa en el cargo, desarrollando al mismo tiempo, una excelente relación con sus colaboradores.

El selfcoaching se puede lograr mediante el desarrollo de competencias propias aprendiendo de uno mismo, de los errores y virtudes.

Su metodología implica transitar un camino de CINCO ETAPAS, el cual da inicio a partir del autoconocimiento y culmina en un autoentrenamiento, que en la práctica, para las personas ejecutivas de las organizaciones, es continuo.

  1. Autoconocimiento. Implica definir cuales son los estilos con los que la persona se relaciona con sus colaboradores y reconocer si se cuentan con los rasgos necesarios para liderar. Identificar las formas en que las personas se conocen en su función como líderes. “Es mirarse al espejo del alma”
  2. Autocrítica. Con ella se analizan cada una de las acciones y se indaga con espíritu crítico y honesto la manera en cómo se actúa conforme se van desarrollando las circunstancias. Con la autocrítica las fortalezas y debilidades de cada cual deben ser identificadas, para luego reforzar aquellas cosas que permiten desarrollar mejor las competencias. Con lo anterior, se evita cometer los errores en los cuales se basan las debilidades
  3. Autoaprendizaje. Implica tomar muy en cuenta las fortalezas y debilidades que cada persona desarrolló y, a la vez, observar qué se puede hacer para modificar los comportamientos y aprender de los errores. Así́ mismo, repetir aquellas experiencias y tratar de evitar las malas.
  4. Autodisciplina. Para Fernando Ariceta esta es la etapa crucial del proceso y en ella se tienen que ir cambiando los hábitos. El cambio de hábitos implica analizar cómo hacemos las cosas y cómo se desarrollan las competencias transversales. Es necesario hacer las cosas mejor de lo que se están haciendo.
  5. Autoentrenamiento. Generando la capacidad de repetir el proceso con cada una de las competencias, e indagarse si lo que se hizo en el transcurso del día para comunicarse con su gente es lo más apropiado.

La capacidad de transformar la visión estratégica de una organización en realidad define el liderazgo. El selfcoaching es una herramienta crucial para profundizar y avanzar en esa línea.