RRHH desde el otro lado del charco
Iñigo Sánchez-Cabezudo, CEO & Founder de Iñigo Learning. “Quiet quitting” y “Quiet Firing”: renuncia silenciosa y despido silencioso, son reales Antes de despedir el 2022 quiero cerrar con un tema bastante candente en EE.UU. en las empresas, el concepto del “quiet quitting” y el “quiet firing”. A pesar de que el sector tecnológico haya prescindo de 90.000 empleos en los últimos meses, por una sobredimensión y un grave error de cálculo de las tecnológicas. El desempleo en EE.UU. esta en el 3.7%, con sectores como seguros con un 1% de desempleo. Y empresas robándose empleados las unas a las otras. Hasta el punto de varias organizaciones han acudido a procesos judiciales por una práctica común que es “robar” el mejor talento al vecino en estados como California. Durante los últimos dos años y a pesar de la pandemia, la guerra por el talento ha continuado, la falta de flexibilidad y de políticas enfocadas a incentivar, guiar y desarrollar talento ha impulsando la gran renuncia de los empleados. Luego se ha llamado la gran reorganización y finalmente se acuño el término el gran arrepentimiento. La renuncia de empleados continua a pesar de esos despedidos masivos de empresas tecnológicas. Renuncia silenciosa o el “quiet quitting”, en mi opinión no es algo nuevo, siempre ha existido, simplemente ahora le hemos puesto etiqueta para crear una nueva moda o tendencia. Los datos no hablan, según SHRM, el 51% de los profesionales de RH admiten que les preocupa este fenómeno del “quiet quitting”, y un 36% afirma que es una realidad en sus organizaciones. Las razones de esta renuncia según los expertos, es una disminución de las capacidades de management y la otra la incapacidad de las organizaciones de