La transformación digital es uno de los temas más recurrentes cuando directivos de cualquier sector reflexionan sobre sus principales retos futuros.

Pocas compañías consideran ya que esta revolución no afecta a su competitividad, por gran impacto y capacidad de disrupción en modelos y procesos de negocio, relaciones con clientes, estilos de liderazgo y cultura empresarial.

Pero a pesar de lo mucho que se reflexiona del tema existe gran confusión sobre los aprendizajes y factores de éxito. Cuesta identificar esos pequeños detalles que puede llevarnos al éxito o al fracaso1.

1. La tecnología y los nuevos modelos de negocio son los catalizadores principales de la digitalización

La digitalización aumenta el poder de un cliente cada día más informado y multicanal. Facilita la entrada de competidores en numerosos sectores y dificulta la anticipación estratégica por la irrupción de múltiples tecnologías.

Ya no es posible que unos pocos directivos lideren con éxito y tomen la mayoría de decisiones. La brutal y acelerada disrupción de muchos modelos de negocio requiere a toda la plantilla con mentalidad del emprendedor a la búsqueda de oportunidades desde cada uno de sus roles. Para ello es fundamental un liderazgo que inspire y acompañe este cambio colectivo de enfoque.

2. Uno de los grandes beneficios es la mejora de procesos y fidelización del cliente externo

Peter Drucker decía que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”. Y hay cada vez más evidencias empresariales que tener una buena employee experience es la base conseguir una excelente y rentable customer experience.

Por tanto, antes de modificar los procesos tenemos que enfocarnos en una buena gestión del cambio de nuestro equipo. Mantener la esencia positiva que nos llevó hasta aquí, evolucionar la mentalidad para seguir siendo competitivos y con la implicación de los empleados para que sea más sólida y sostenible.

3. La digitalización aporta valor principalmente en sectores innovadores y empresas de servicios

Existen ya múltiples ejemplos de grandes compañías (ej. General Electric) y de empresas de sectores industriales (ej. el automóvil) con excelentes estrategias en marcha de transformación digital y que ya se han dado cuenta de la gran oportunidad que se abre

4. La Dirección es el colectivo que debe impulsar su implantación

Como en toda iniciativa estratégica se requiere su esponsorización, pero no en todas las compañías está siendo la Alta Dirección el colectivo con mayor visión, conocimiento y tracción en este tema. Por tanto, surgen valiosas iniciativas abajo-arriba de managers o empleados que son un complemento clave para su implantación y consolidación. Un ejemplo son los mentorings inversos ya implantados en algunas empresas y donde millenials entrenan a directivos sobre digitalización y las redes sociales.

para los ganadores en esta revolución.

5. Para ser ágiles la transformación digital debe ser liderada por un pequeño equipo de proyecto multidisciplinar

Los expertos han demostrado que para dinamizar inicialmente un cambio se requiere únicamente el 10% de plantilla: un grupo de “influencers” internos con credibilidad y en niveles y áreas diversas.

No obstante, para tener impacto estratégico e irreversible se necesita que todos los departamentos y una gran mayoría de los empleados se entusiasmen con esto a medio plazo. Y para ello se necesitará una buena mezcla de inteligencia, honestidad y resiliencia para superar las dificultades que previsiblemente llegarán.

6. La gestión de los sistemas debe priorizarse para lograr una transformación digital rápida y efectiva

Las empresas mejor digitalizadas ya se han dado cuenta que, más allá de la importante parte tecnológica, las personas y la cultura y estructura organizativas son los elementos diferenciales para asentar esta transformación.

Nuevas habilidades, nuevos roles, una cultura de apertura al cambio y exploración externa permanente son ejemplos de elementos clave de su agenda estratégica.

7. Una buena gestión de proyectos contribuirá de manera relevante a la digitalización

La digitalización no se limita a una gestión de un proyecto tecnológico complejo. En mayor o menor medida según la compañía va a implicar cambios de la estructura y cultura organizativas, nuevas formas de trabajo, la aparición y la eliminación en ciertos casos de puestos de trabajo. Y nuevas formas de relacionarnos con los empleados, clientes y otros stakeholders.

Es importante poner el énfasis desde el principio en estos aspectos más transformadores y más allá de los necesarios cambios tecnológicos.

8. La digitalización supone una gran oportunidad de crecimiento económico y profesional

Las grandes oportunidades de prosperidad y crecimiento profesional son apasionantes. Como ejemplo existen multitud de buenas start-ups que están creciendo exponencialmente aprovechando esta dinámica positiva.

Y a la vez se está generando “polarización laboral” dado que existen ya numerosos casos de empresas y empleados que no han sido capaces de reinventarse y está sufriendo para reubicarse en el mercado. Un aspecto a valorar por su posible impacto en desigualdad social y desempleo.

9. Los pioneros y más rápidos de cada sector serán los que triunfen en la digitalización

Las barreras de entrada se difuminan en muchos sectores y la guerra competitiva se amplía a nuevos entrantes que vienen con muchas ganas, experiencias y talentos diferentes, menos inercias y, en ocasiones, con mayores recursos o más agilidad en las decisiones.

Un reto para las empresas consolidadas que quieran seguir siendo relevantes en su sector y que exige visión amplia, anticipación, humildad para reconocer que las glorias pasadas no garantizan el futuro y atrevimiento para desafiar el estatus quo.

10. La digitalización permite obtener una rentabilidad rápida derivada de los cambios en el modelo de negocio

La digitalización requiere sentido de urgencia y, a la vez, no suele fácil obtener grandes resultados palpables en pocos meses como en toda transformación compleja.

Construir un buen relato interno y externo, mantener el foco a pesar de los previsibles altibajos, ganar apoyos, compartir liderazgo, resiliencia y tener algo de suerte serán factores clave para lograr avances significativos a medio plazo.

Afrontando con valentía las oportunidades de la digitalización

La digitalización es imparable y afecta a todas las industrias y a los tres sectores (empresas, administraciones y ONG). Es una revolución que hace tambalear los rankings históricos y en la que los ciudadanos en muchas ocasiones están más avanzados que las compañías en el uso de la tecnología y las nuevas formas de relación.

En este entorno es donde vuelve a ser clave el liderazgo, con un estilo renovado que supere el jerárquico tradicional. Más enfocado en facilitar, preguntar, empoderar, retar, generar una visión compartida y entusiasmar por dejar un legado y construir algo grande a través de equipos multi-generacionales y cada vez más diversos.

Nos jugamos mucho en esta encrucijada: la competitividad empresarial y la empleabilidad laboral. Ya que no podemos ponerle puertas a este campo aprovechemos sus grandes oportunidades para competir en este mundo global y de cambio constante.

David Reyero Trapiello

Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia