RRHH Y SEGURIDAD: DOS CLAVES PARA LA GESTIÓN DE EQUIPOS INTERNACIONALES

La Asociación Centro de Dirección de RRHH en colaboración con Speexx ha celebrado en la Fundación Pons un desayuno de trabajo centrado en la gestión de equipos internacionales; la seguridad y el óptimo desempeño de la función de RRHH son piezas fundamentales.

Roberto Martín, Javier Mollá, Alfonso Garrido y Esther Lozano durante sus ponencias.

La Asociación Centro de Dirección de RRHH ha celebrado en la Fundación Pons y en colaboración con Speexx un desayuno de trabajo que ayude a las empresas a desempeñar esa difícil tarea: la de gestionar un equipo internacional.  Los ponentes han sido Roberto Martín (Speexx), Javier Mollá y Alfonso Garrido (International SOS) y Esther Lozano (Santa Fe Relocation).
El auge de los equipos internacionales está modificando la estructura funcional de las organizaciones, teniendo importancia las herramientas digitales para la correcta comunicación en la función de RRHH de esos equipos, según ha desarrollado Roberto Martín. Diferencias culturales, distintas normas en el lugar de trabajo y diversidad de idiomas fueron citados por el responsable de comunicación y marketing de Speexx como los principales desafíos para los RRHH a la hora de tratar un equipo internacional. Además, para finalizar la intervención se realizó una conexión virtual con las oficinas de Speexx en Múnich y en Milán como ejemplo práctico de comunicación de un equipo internacional usando la tecnología.

Por su parte, Alfonso Garrido y Javier Mollá han profundizado en el concepto de “Seguridad”. En determinados países es necesario garantizar al equipo internacional cierto amparo, lo que supone un “deber de protección”. Ya sea por conflictos bélicos o por riesgo de catástrofes naturales, algunos países no transmiten confianza al empleado expatriado y esa inseguridad es lo que las organizaciones tienen que ser capaces de paliar. ¿Cómo? Con previsión. Para Garrido y Mollá, aunque anticiparse a los acontecimientos no es siempre sencillo, al menos hay que asegurarse de formar e informar al desplazado y contar con medios necesarios en caso de percance. Lejos de defender un seguimiento de 24h al empleado, Mollá opta por establecer chequeos periódicos en los que sea el propio trabajador el que avise de que se encuentra bien. Además algo tan sencillo como desplazarse en Uber, por ejemplo, permite a la empresa conocer dónde ha estado o está esa persona en caso de contratiempo.
La importancia de poner a disposición del trabajador manuales y material formativo que le sirva para adaptarse a la cultura del país (y evitar situaciones o comportamientos peligrosos), o detalles como que la organización contacte al empleado expatriado nada más aterrizar para preguntarle por su situación (reforzando así el sentimiento de apoyo) son otros consejos altamente recomendables que ha compartido Mollá durante su ponencia.
Como él mismo afirma, por tanto, el deber de protección al empleado es una cuestión de medios, no de resultados: legislativamente no se condenará a la organización si ésta demuestra que utilizó todo lo que estaba a su alcance para proporcionar un entorno seguro al trabajador. No será homicidio corporativo.
“El homicidio corporativo está recogido en la legislación de algunos países. vinculado a la omisión del deber de protección de la empresa” Javier Mollá.
Garrido ha recalcado que la comunicación con el departamento de RRHH es fundamental para los expatriados en zonas de conflicto. No hay que ocultarle al empleado información en ningún caso: eso sólo generará desconfianza.
Por último, Esther Lozano se ha centrado en cuestiones de movilidad, mencionando la inevitable internacionalización del trabajo. Lozano además ha incidido en uno de los objetivos más importantes y complejos para las organizaciones: que el departamento de RRHH (lejos de ser tradicional y puramente administrativo) esté en consonancia con la filosofía del equipo internacional.